En las discusiones con personas en general, hay veces que citan cosas intentando de derrotar algún aspecto del Cristianismo (o religión) y, en realidad lo que logran es derrotar su propia causa.
A estos argumentos se les llaman «Argumentos Auto-Refutantes.»
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Éstos son argumentos que se derrotan a sí mismo; como dice el autor Greg Koukl, son argumentos que cometen suicidio:
1. «Sólo se puede confiar en lo que la ciencia ha probado como cierto.»
La aseveración asume que lo único que es verdadero y confiable es lo que ya la ciencia ha probado. Interesantemente, la frase «sólo se puede confiar en lo que la ciencia ha probado como cierto» no puede ser probada por la ciencia como cierta. Por lo tanto, según el argumento de la persona, no podemos confiar en eso que está diciendo – porque la ciencia no lo ha probado como cierto.
2. «Todo es relativo.»
Esta frase es contradictoria. Si TODO es relativo, ¡se está diciendo algo que es absoluto! [Aprende más sobre este punto]
3. «¡Eres un intolerante!»
Irónicamente, la persona que dice/piensa esto de un punto de vista está siendo intolerante ante ese punto de vista. ¡Juzga la intolerancia en otros y no la ve en sí misma!
4. «¡Es racista no aceptar la homosexualidad!»
Esto es lo que se conoce como un «error categórico.» Sucede cuando le atribuyen cualidades a algo que no las tiene. La homosexualidad es una conducta, no una raza. Es como yo decir: «Verde duerme más rápido que el miércoles.» Se le atribuyen cualidades a cosas que no las tienen.
5. «La Biblia fue escrita por hombres, por lo tanto tiene errores.»
El hecho de que el ser humano puede cometer errores no significa que es necesario que el ser humano cometa errores. Decir que es necesario, implica que TODO lo que escribe, dice y hace el ser humano contiene errores – incluyendo la frase: «La Biblia fue escrita por hombres, por lo tanto tiene errores.» [Lee aquí más sobre la Biblia y los «errores» hechos por los hombres.]
6. «¡No debes imponer tus valores en los demás!»
Sin embargo, la persona que dice esto, está imponiendo su valor de «no imponer valores» a la persona a quién se lo dice.
7. «Todas las religiones llevan al Cielo.»
Según las diversas religiones, cuando uno muere, uno va al Cielo o al infierno. O reencarna. O termina en otro planeta. O van a Valhalla. O se quedan en el suelo donde lo enterraron y no pasa nada. Lo que es ilógico es pensar que – cuando uno muere – todo esto suceda a la vez.
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La manera correcta de afrontar estos argumentos auto-refutantes es hacerle preguntas para que ellos mismos se den cuenta de su error. Cosas como: «¿Cómo sabes que eso es cierto?» o «¿Qué pasa si le aplicamos eso que dices a lo que estás diciendo?» De seguro, podrán ver que su forma de pensar se derrota a sí misma.
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