Thanksgiving o el Día de Acción de Gracias se acostumbra celebrar en los Estados Unidos, sus territorios, Canadá, Alemania y otros numerosos países. La expresión de esta celebración en los Estados Unidos y sus territorios suele necesitar de un pavo al horno que es compartido por familiares y amigos que se unen para dar gracias. No es una celebración cuyo origen lo encontramos en la Biblia, y en ese sentido no es una festividad cristiana per sé. Sin embargo su origen tiene trazos de la actitud cristiana de agradecimiento a Dios.
El Día de Acción de Gracias en los Estados Unidos a menudo se remonta a 1621 cuando los colonos de la colonia de Plymouth y los Wampanoag compartieron una comida para celebrar la cosecha.
En 1620 con el viaje del famoso Mayflower, los peregrinos comenzaron una dura prueba de 65 días en la que 102 hombres, mujeres y niños cruzaron el tormentoso Atlántico en un espacio del tamaño de un autobús urbano.
Esto tuvo una secuela con un cruel invierno en Nueva Inglaterra para el que no estaban preparados los peregrinos. Debido a la hambruna que sufrieron, su número disminuyó rápidamente. Para el comienzo de la primavera, la mitad de ellos habían muerto.
Catorce de las dieciocho esposas habían muerto y abundaban los viudos y los huérfanos. Los Peregrinos podrían celebrar en este entorno como testimonio de la resiliencia humana y la esperanza celestial.
Así que lograron celebrar, en algún momento del otoño de 1621, después de que Dios les había concedido una cosecha abundante. La celebración duró tres días.
El colono Edward Winslow describió su agradecimiento así:
«Por la bondad de Dios, estamos tan lejos de la necesidad, que muchas veces deseamos tener, como esta actual abundancia.»
La tradición de dar gracias continuó espontáneamente en las colonias.
Dos años después, en el verano de 1623, una sequía de dos meses amenazó con acabar con las cosechas de los peregrinos. Esto apuntaba a que tendrían un invierno en escasez extrema lo cual significaría numerosas muertes.
El gobernador Bradford apartó un día para orar y humillarse delante de Dios. Los Peregrinos oraron juntos unas 9 horas, y repentinamente, un día que había comenzado caluroso y despejado se volvió nublado, y durante los siguientes catorce días, una lluvia constante y suave restauró la tierra reseca.
Ante este milagro, Edward Winslow volvió a escribir en agradecimiento a Dios lo siguiente: “Pero, oh, la misericordia de nuestro Dios que estaba tan dispuesto a escuchar como nosotros a pedir”.
El día de Acción de Gracias fue instituido como oficial en los Estados Unidos en el 1863 por el presidente Abraham Lincoln.
Teniendo la historia detrás de la festividad, ¿podemos celebrar Acción de Gracias? La respuesta para el Cristiano debe ser muy evidente: ¡Claro que sí! Y aunque es una frase muy clichosa: “El día de Acción de Gracias debería ser todos los días.” Después de todo, es Dios quien nos provee y nos sostiene, por lo que cada segundo de nuestras vidas es por su placer. Así que le damos gracias. Como dice 1 Tesalonicenses 5:18 (NTV)
“Sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús.”
Fuente: https://www.christianity.com/wiki/holidays/meaning-of-thanksgiving.html