¿Tengo que responder a todos los comentarios?

Episodio 211 de Verdad y Fe Podcast

Recuerdo que hace como 12 años, cuando comencé a estudiar apologética, estaba fascinado con las respuestas racionales que existen para el cristianismo. Así que decidí compartir lo que había aprendido en Twitter. Fui y escribí un tweet que a mi entender era inofensivo sobre cómo creer en Dios es lo más racional que hay. No sabía en el lío que me estaba metiendo.

Inmediatamente que envié el mensaje, comencé a recibir respuestas de personas muy molestas que no les interesaba tanto dialogar conmigo. Se mostraron muy hostiles, pareciendo que querían destruirme a mí por proponer la idea. Como si les hubiese insultado personalmente. Intenté contestar cada mensaje con humildad y mansedumbre, pero mis esfuerzos se quedaban cortos ante tanta respuesta que recibía. Me abarrotaron los comentarios. Como si hubiese ofendido al líder de una legión de soldados quienes ahora me atacaban sin cesar. Fue abrumador. En aquel momento, le comenté a mi amigo Joel Rodríguez Morales, quien fundó este ministerio de Verdad y Fe. Luego de reírse y decirme que me tiré al lado profundo del mar a nadar con los tiburones, me dijo algo que jamás olvidaré: “¿sabes que no tienes que responder a todos los comentarios, verdad?”

No sabía que podía ignorar los comentarios de la gente en las redes sociales. Ese día, dejé de escribir y poco a poco los comentarios cesaron. Se tardó algunos días, pero se detuvieron. Luego, cuando comencé a participar de Verdad y Fe escribiendo artículos, los compartía en Facebook y tenía el mismo resultado. Amistades mías se ponían muy molestas por lo que compartía. No había visto ese lado de ellos y me sorprendí mucho. De repente hasta comenzaron a contestar con insultos y compartían cosas inapropiadas en mi muro. Estos eran amigos míos. Era tanto el volumen de interacción, que me busqué algunas discusiones en mi hogar pues pasaba demasiado tiempo en las redes sociales contestando.

Con el tiempo aprendí y apliqué un principio sencillo: La burla no es un argumento. Sencillamente no hay que meterse a pelear con nadie en las redes (ni fuera de ellas) por lo que sabemos que es cierto y tenemos buenas razones para creerlo. Recordemos bien lo que dice 1 Pedro 3: 15 (PDT):

“Preocúpense por honrar sólo a Cristo como Señor, y estén siempre listos a responder a todo el que les pida razón de su esperanza.”

Fíjense que el texto dice que respondamos a aquellos que piden razón de nuestra esperanza. No habla sobre ir a discutir o pelear.

La bomba teológica de hoy es que no nos corresponde convencer a nadie. Lo que tenemos que hacer como embajadores es responder a los que realmente están interesados en conocer lo que afirmamos. Los que no están interesados pueden continuar su camino mientras oramos por ellos. Eso nos lo enseña el propio Jesús de manera muy gráfica en Mateo 7:6. Búscalo y estúdialo, para que veas. Es muy cierto que Dios está siempre cerca y accesible, pero no se muestra cercano si no hay una disposición del corazón como para conocerle. Así lo dice Jeremías 29:13 (PDT)

“Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón.”

Es importante señalar que no todo el que comenta en las redes será un troll que quiere hacerte la vida difícil, pero cuando suceda, recuerda que no tienes que seguirle el jueguito. En vez de eso, propongo que utilicemos lo que el apologista Greg Koukl le llama “Tácticas” en su libro del mismo nombre. Usa preguntas para tratar de llegar al fondo de los “porqués” y los “cómos” de lo que te están diciendo.

Es bien curioso que cuando comparto algo en las redes, muchos de los que comentan de manera negativa ni tan siquiera interactúan con lo que publiqué, sea un artículo o un episodio del Verdad y Fe Podcast. Si la persona que comenta no tiene la delicadeza de examinar lo que estoy compartiendo, significa que no está lista para escuchar razones y argumentos y sólo quiere presentar su postura. Si es así, aprendí a hacerle preguntas hasta que lleguemos al origen de sus creencias o que pueda explicar lo que dice. Si no está lista para hacerlo, pues abandono la conversación. También si persisten, los bloqueo, o los saco de la página de Verdad y Fe (si es por ahí que me comentan) y si se ponen a compartir cosas inapropiadas los reporto a la red social también. Eso era algo que antes pensaba que era incorrecto como embajador, pero piensa en aquellas personas que sí están interesadas en lo que estás compartiendo, que entran y ven todo el revolú… ¿Se sentirán edificados? No me parece. En vez lo que provocará es confusión y no querrán continuar allí. Debemos promover un ambiente de respeto, humildad y mansedumbre, Así lo deja claro 1 Pedro 3: 16 (PDT):

“Pero cuando respondan, háganlo con humildad y respeto, manteniendo una conciencia limpia. Así, los que hablan mal de su buena conducta en Cristo sentirán vergüenza por haberlos criticado.

Por lo tanto, promueve la paz e impártela en tu ejercicio de compartir la fe en las redes. No entres en discusiones vanas que no llegarán a ninguna parte. Si te molestas o ellos se molestan, el que pierdes eres tu como embajador de Cristo. Si te muestras airado, ya nadie querrá seguir leyendo. Demuestra tu carácter cristiano y sigue amando a las personas en la verdad. Es lo que Jesús espera de sus seguidores, pues él es la verdad.

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About Rick Lipsett

(@ricklipsett) director y portavoz de verdadyfe.com. Ha escrito numerosos artículos relacionados a la apologética Cristiana. Sirve como pastor en la Iglesia Cristiana Catacumba 9 de Cayey, Puerto Rico. Actualmente cursa una maestría en Teología de Southern Baptist Theological Seminary (SBTS).
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