La Biblia dice que Dios es amor, pero la Biblia también enseña que si una persona no se arrepiente de sus pecados, irá para el infierno eterno. ¿Es eso una contradicción del carácter amoroso de Dios?

1 Corintios 13 nos habla de cómo es el amor. 1 Juan 4:8 dice que Dios es amor. Por lo tanto, el amor de Dios debe ser de la siguiente manera:

Paciente, bondadoso, sin celos, sin fanfarronerías, libre de orgullo, no ofende, no exige que se haga su voluntad, no se irrita, no guarda récord de las ofensas en su contra, no se alegra de la injusticia, se alegra cuando la verdad triunfa, no se rinde, no pierde la fe, es esperanzado, es firme en toda circunstancia, y (su amor) dura para siempre.

Para cada uno de estos elementos podríamos hacer un episodio, pues existen objeciones para cada una de ellas. De la misma manera, pienso que podemos defender a Dios en cada una de ellas, así que vamos a dejar eso a un lado por hoy.

Creo que al ver este listado, la pregunta sobre el infierno debe ser más fuerte en nosotros, pues si Dios no exige que se haga su voluntad, no guarda récord de las ofensas en su contra y su amor perdura para siempre entonces ¿cómo explicamos el hecho que la Biblia enseña que quien no se arrepiente, terminará justamente en el infierno. Pero por lo general la objeción se levanta pues no consideramos con profundidad el hecho de que Dios, para ser perfecto y llamarse Dios, tiene que ser moralmente perfecto, osea, tiene que ser bueno. Si Dios es bueno y perfecto entonces no va a poder abrazar la maldad.

Entonces tenemos que hacernos la pregunta: ¿el ser humano es malvado? Según la Biblia, sí. Romanos 3:10-18 lo enseña. Pero si lo pensamos un poco, sabemos que aún los bebés tienen acciones moralmente cuestionables, que dejamos pasar por su edad, pero sabemos que hay que corregirlas. Por lo tanto, aunque los bebés no sean culpables de sus pecados hasta adquirir la conciencia de sus acciones, siguen siendo pecados. El punto es que todos somos pecadores. Por lo tanto:

• El infierno es el lugar en común donde todos merecemos ir.
• En su amor, Dios no quiere eso, por lo que demuestra su amor en el rescate que ofrece por medio de Cristo.
• Pero esto es una oferta que aceptamos libremente.

Todos tenemos la oportunidad de aceptar la salvación gratuita que hay por medio de Cristo. Sí, incluso aquellos que nunca han escuchado de Cristo, al ver la naturaleza, deben concluir que hay un ser sobrenatural que la hizo y deben procurar una relación con él. Es lo que enseña Romanos 1: 20 (NTV)

20 Pues, desde la creación del mundo, todos han visto los cielos y la tierra. Por medio de todo lo que Dios hizo, ellos pueden ver a simple vista las cualidades invisibles de Dios: su poder eterno y su naturaleza divina. Así que no tienen ninguna excusa para no conocer a Dios.

Por lo tanto, todos tenemos la oportunidad de ser salvos y evitar el infierno. Esa oferta es a causa del amor paciente de Dios que no quiere que nadie perezca en el infierno, sino que vengan al arrepentimiento (2 Pedro 3:9) y se salven por medio de Cristo.

La Bomba teológica de hoy es que el infierno no es la respuesta del odio de Dios. Es la consecuencia justa y correcta para pagar la deuda de moralidad que se tiene en contra de Dios. Originalmente fue diseñado para Satanás y sus demonios (Mateo 25:41), pero será utilizado también para aquellos que no quisieron honestamente relacionarse con Dios, por medio de su Hijo Jesús.

Por ser un Dios amoroso, no obliga a nadie a obedecerle, aceptarle ni a recibirle. Dios pone sus reglas morales como una necesidad de aquellos que dicen amarle, pero tenemos la capacidad de desobedecer libremente. La consecuencia del que se niega a aceptar esos términos es el infierno porque Dios es bueno y santo y no puede permitir la maldad. Por eso Dios ha intervenido en la historia de la humanidad para ofrecer el rescate. Porque lo necesitamos.

Una vez me preguntaron en TikTok que si yo enviaría a mi familia para el infierno por sus pecados. Mi respuesta es la que les ofrezco a todos hoy: Dios ofrece salvación, me esfuerzo por presentárselas lo más claro posible para que mi familia y tu, decidan aceptar la oferta de Dios, entrar en una amistad genuina con él y así ser rescatados de la consecuencia justa de nuestros pecados.

La oferta de rescate de Dios, es en definitiva, la demostración de su amor. El infierno es la consecuencia nuestra por la rebeldía y mostrarnos en oposición a un Dios bueno y amoroso. ¡Recibamos de Dios la salvación que nos quiere regalar!