¿Por qué el cristianismo restringe la libertad sexual?

Episodio #267 de Verdad y Fe Podcast

Si somos seres sexuales, por qué no podemos hacer conforme a nuestra biología según queramos. ¿Por qué restringir lo que somos naturalmente? ¿Es muy anticuado que traten de limitar el placer que podemos tener y achacarle la responsabilidad del límite a unas reglas en un libro tan antiguo como la Biblia?

Bienvenidos al episodio #267 de Verdad y Fe Podcast, yo soy Rick. Recuerda que puedes enviar tus preguntas a: preguntas@verdadyfe.com

Quizás lo hayas escuchado de alguien en una entrevista, en tu casa, en un podcast o de boca de algún compañero. La sexualidad es un tema que comúnmente se interpone entre los creyentes y los no creyentes. El no creyente lo expresa como límites absurdos que se inventaron los religiosos para dominar y avergonzar a la gente. Nada más lejos de la realidad.

Es importante dejar claro una cosa. La Biblia habla de la sexualidad y la promueve como algo hermoso que diseñó Dios para nuestro placer y para poblar la Tierra. Lo que sucede es que quien desea hacer con la sexualidad, conforme a sus deseos, suele encontrarse con alguna restricción bíblica y entienden que si es restrictivo, entonces es una manera de quitarnos libertades. Sin embargo, las leyes bíblicas funcionan de otra manera. Recientemente el Pastor Nando Steidel utilizó un ejemplo en una predicación, para hablar de las restricciones bíblicas, que me pareció fenomenal para explicar esto.

Imagina que vas a un lugar que tiene una piscina. Te emocionas y te cambias de ropa para ponerte tu traje de baño y lanzarte a disfrutar de la alberca. Pero cuando te acercas notas un rótulo que dice: Prohibido utilizar la piscina. La regla te molesta tanto que juras que alguien está tratando de restringir tus libertades. Así que ignoras el rótulo y corres hacia la alberca, brincas y te lanzas al vacío hacia la profundidad de la piscina. Mientras aún estás en el aire, notas que no hay agua en el hueco al que te lanzaste porque está bajo construcción. Finalmente entiendes que la regla era para tu beneficio, pero ya es muy tarde.

Los mandatos bíblicos están ahí para nuestro beneficio. Dios no decide la moralidad arbitrariamente, sino que es un reflejo de su carácter. Dios diseñó todo lo que existe y lo hizo ordenadamente porque es un Dios de orden. La sexualidad fue diseñada para funcionar dentro de la seguridad del matrimonio. Así lo escribió Pablo:

1 Corintios 7:3-5 (NTV) 3 El esposo debe satisfacer las necesidades sexuales de su esposa, y la esposa debe satisfacer las necesidades sexuales de su marido. 4 La esposa le da la autoridad sobre su cuerpo a su marido, y el esposo le da la autoridad sobre su cuerpo a su esposa. 5 No se priven el uno al otro de tener relaciones sexuales, a menos que los dos estén de acuerdo en abstenerse de la intimidad sexual por un tiempo limitado para entregarse más de lleno a la oración. Después deberán volverse a juntar, a fin de que Satanás no pueda tentarlos por la falta de control propio.

Fíjense que el lenguaje expresa que los esposos deben ser satisfechos sexualmente el uno con el otro en una entrega respetuosa mutua. Pero incluso ahí vemos un orden. El esposo sirve a su esposa en la sexualidad y la esposa al esposo. No se trata de un desorden ni de una utilización del cuerpo de alguno de ellos. La razón del profundo deleite que Dios quiere que haya en la sexualidad es que apunta al verdadero esposo y su iglesia: Cristo y la humanidad redimida. El disfrute ordenado del sexo es una sombra del verdadero y absoluto gozo de la relación que Dios anhela que tengamos con él. La realidad física del sexo señala a una mayor realidad espiritual.

Por eso vemos que en otro lugar, Pablo habla de esta metáfora en estos términos:

Efesios 5:21-25 (NTV) 21 Es más, sométanse unos a otros por reverencia a Cristo. 22 Para las esposas, eso significa: sométase cada una a su marido como al Señor, 23 porque el marido es la cabeza de su esposa como Cristo es cabeza de la iglesia. Él es el Salvador de su cuerpo, que es la iglesia. 24 Así como la iglesia se somete a Cristo, de igual manera la esposa debe someterse en todo a su marido. 25 Para los maridos, eso significa: ame cada uno a su esposa tal como Cristo amó a la iglesia. Él entregó su vida por ella

La relación matrimonial es de servicio y sometimiento uno al otro. Es ahí que se puede dar la sexualidad como Dios la intencionó.

Cuando la sexualización se da fuera del matrimonio, no hay respeto, ni orden. Se le permite a la emoción correr su curso sin dominarse. Es funcionar como los demás mamíferos. Sin un pacto de fidelidad serio frente a Dios y la sociedad, sin la seguridad de que al momento en que surja un embarazo, el matrimonio funciona para bendecir, servir, y cuidar de la nueva persona que viene…

La sexualidad sin la estructura que Dios le puso cuando a diseñó, trae riesgos y heridas al corazón de los que lo practican. Es que el sexo no es un acto meramente físico, sino que es emocional, psicológico y espiritual. En el acto sexual se entretejen lazos entre las dos personas y cuando se ignora esto, se abarata el acto. De ahí surgen las ideas de abortos, de abandono y de muchas otras situaciones que dañan los corazones.

La Bomba Teológica de hoy es que Dios tiene propósitos con todo lo que diseña, incluso con la sexualidad. Dios hizo que sexualizar sea placentero a la vez que cumple una función práctica para nuestra bendición. Pero una bendición mal utilizada puede convertirse fácilmente en una maldición.

Por lo tanto el que la sexualidad esté separada para aquellos que dejan a su padre y su madre y se unen y se convierte en una sola carne, no es una regla arbitraria, sino que es una manera de protegernos, como lo es el rótulo de no lanzarse a la piscina que se está construyendo. Es para nuestro beneficio. Si el cristianismo tiene un orden para la sexualidad, es porque el Dios que la diseñó es un Dios de orden y propósito. No somos meros mamíferos, sino que la imagen de Dios en nosotros nos da la capacidad de utilizar la sexualidad conforme su diseño para la gloria de Dios y nuestro deleite.

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About Rick Lipsett

(@ricklipsett) director y portavoz de verdadyfe.com. Ha escrito numerosos artículos relacionados a la apologética Cristiana. Sirve como pastor en la Iglesia Cristiana Catacumba 9 de Cayey, Puerto Rico. Actualmente cursa una maestría en Teología de Southern Baptist Theological Seminary (SBTS).
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