¿Cuál música le agrada a Dios?

Episodio #191 de nuestro podcast.

Hace algunos meses tuve la oportunidad de estar en una presentación del cantante de música urbana cristiana Harold Velázquez. Si has escuchado a Harold Velázquez, sabes que la música suya está llena de la Palabra de Dios y si has estado en una presentación en vivo de él, has escuchado su predicación y testimonios. Lo he escuchado ya varias veces, la más reciente en el Kingdom Calling Fest 2 el pasado 5 de agosto de 2023, y siempre trae Palabra de Dios.

Pero en aquella ocasión, luego de la presentación, escuché algunos comentarios despectivos de algunos cristianos que estaban allí y me entristeció bastante.

Parece ser que no podían ver cómo Dios puede agradarse con el ritmo que Harold usa para su música. Así que la pregunta que nos tenemos que hacer es: ¿qué música es la que le agrada a Dios?

La Biblia tiene numerosos textos sobre música. Te comparto algunos:

Salmos 95:1 (NTV)
“95 ¡Vengan, cantemos al Señor! Aclamemos con alegría a la Roca de nuestra salvación.”

Efesios 5:18-19 (LBLA)
“18 Y no os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución, sino sed llenos del Espíritu, 19 hablando entre vosotros con salmos, himnos y cantos espirituales, cantando y alabando con vuestro corazón al Señor;”

Colosenses 3:16 (NTV)
“Que el mensaje de Cristo, con toda su riqueza, llene sus vidas. Enséñense y aconséjense unos a otros con toda la sabiduría que él da. Canten salmos e himnos y canciones espirituales a Dios con un corazón agradecido.”

Salmos 57:7 (NVI)
“7 Firme está, oh Dios, mi corazón; firme está mi corazón. ¡Voy a cantarte y entonarte salmos!”

Es fascinante que todos estos textos muestran que la música que se le ofrece a Dios es por lo que él ha hecho en nosotros:

  • Porque es Salvador
  • Para ofrecerle el corazón porque es el Señor nuestro
  • Por agradecimiento a lo que ha hecho
  • Porque afirma nuestro corazón

Significa que la Biblia nos muestra que lo que le agrada a Dios, lo que se resalta en la Biblia es la actitud del corazón del que ofrece música de alabanza a Dios. No hace comentario alguno sobre el método ni los instrumentos, estilo ni nada así. Es el contenido de la música lo que es importante pues proviene de un corazón entregado al Señor.

Es cierto que hay otros textos que presentan instrumentos musicales, como éste:

2 Crónicas 5:13 (NVI)
«Los trompetistas y los cantores alababan y daban gracias al Señor al son de trompetas, címbalos y otros instrumentos musicales. Y, cuando tocaron y cantaron al unísono: «Él es bueno; su gran amor perdura para siempre», una nube cubrió el Templo del Señor.»

Pero aquí hay que considerar el contexto. ¿De quién se habla? ¿A quién se le dejó esa porción bíblica? Y la respuesta a ambas preguntas es: ¡A Israel! Por lo que el tipo de instrumento o tipo de música que se estaba haciendo, de seguro era de acuerdo a lo que Israel montaba en sus composiciones musicales. Era una cuestión cultural. Pero no es una prescripción para nosotros limitarnos a esos instrumentos o estilos únicamente. De hecho, no somos llamados a ser israelitas, sino que Cristo nos une a su Iglesia, su cuerpo la cual es multicultural, multi-étnico. El Nuevo Testamento es una colección de escritos para una Iglesia emergente en diversidad de regiones, costumbres y etnias. La Iglesia de Cristo es para todas las lenguas, las naciones y los grupos étnicos. Con esto en mente, es de esperar que la adoración en Puerto Rico suene diferente a la de Inglaterra o África. No se trata del estilo, sino del contenido.

Cuando Jesús habló con la mujer samaritana, le dejó claro la manera en que se adora a Dios:

Juan 4:23-24 (NTV)
“23 Pero se acerca el tiempo—de hecho, ya ha llegado—cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. El Padre busca personas que lo adoren de esa manera. 24 Pues Dios es Espíritu, por eso todos los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad.”

Es en Espíritu y Verdad. No tiene nada que ver con estilos musicales o ritmos. Tampoco tiene que ver con la ubicación. No hay que ir a un templo para adorar. Podemos adorar en todas partes porque se trata de una adoración del corazón, rendido a la verdad de quién es Dios. Ese corazón se derrama en afecciones a Dios, por medio del Espíritu Santo. Si se hace eso, se adora a Dios. O como explica John Piper:

“La esencia de la adoración no son actos externos localizados, sino una experiencia interna hacia Dios que se muestra externamente no principalmente en los servicios de la iglesia (aunque son importantes), sino principalmente en las expresiones diarias de lealtad a Dios.” ~John Piper 1

Por lo tanto, mi conclusión a la pregunta: ¿Qué música le agrada a Dios? Es que Dios se agrada de toda la música que le honra y le exalta. Aquella que pone en alto su nombre y le da toda la gloria. La música que expresa el profundo amor a la majestuosidad y santidad de Dios. Aquella que se desborda en afecciones a nuestro Señor y Salvador. Esa es la música que a Dios le gusta. En el cielo, Dios sintoniza la emisora de los corazones de sus hijos.

¿Tú adoras a Dios en esa estación?


Recursos:
1. Piper, John Brothers, We Are Not Professionals, Digital Edition (Nashville, Tennessee, B&H Publishing Group) 242 de 269

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About Rick Lipsett

(@ricklipsett) director y portavoz de verdadyfe.com. Ha escrito numerosos artículos relacionados a la apologética Cristiana. Sirve como pastor en la Iglesia Cristiana Catacumba 9 de Cayey, Puerto Rico. Actualmente cursa una maestría en Teología de Southern Baptist Theological Seminary (SBTS).
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