Hace unos días, un hermano muy amado, que recientemente comenzó a asistir a la iglesia donde me congrego, me comentó que no ve a muchos persignarse en los servicios dominicales como en la Iglesia Católica donde había estado toda su vida. Esto le provocó la duda de la que hablo aquí hoy.
Según el catecismo de la Iglesia Católica, persignarse (hacer la Señal de la Cruz) tiene varias razones de ser. Por ejemplo:
“Las palabras (“En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén”) proclaman nuestra fe en el Nombre Único del Dios Único, quien es una Trinidad de tres Personas , Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. “El Misterio de la Santísima Trinidad es el Misterio central de la fe y de la vida cristiana. Es el Misterio de Dios en sí mismo. Es, pues, la fuente de todos los otros misterios de la fe; es la luz que los ilumina.” (CIC 234) 1
También lo ven como una manera de declarar públicamente la creencia en Cristo:
“Actúan como oración en cuatro partes: Las palabras recitadas en conjunto con el gesto, son una oración de proclamación de nuestra fe, una oración de acción de gracias y de alabanza al Dios quien nos ha adoptado como sus hijos, en su Hijo, una oración de protección contra todo lo que pueda intentar alejarnos de Él, y una oración de petición de la luz verdadera que nos ilumina.” 2
En la Epístola de Santiago, específicamente en el capítulo 2, vemos que nuestra fe tiene que ir seguida de obras, si no hay obras, es evidencia de que nuestra fe está muerta y vacía. Por ejemplo, mira como lo dice Santiago 2:19-20 (NTV):
“19 Tú dices tener fe porque crees que hay un solo Dios. ¡Bien hecho! Aun los demonios lo creen y tiemblan aterrorizados. 20 ¡Qué tontería! ¿Acaso no te das cuenta de que la fe sin buenas acciones es inútil?”
Por lo tanto, para el católico, hacer la Señal de la Cruz, es una manera de demostrar su fe. Es una buena obra que apunta a lo que han creído.
Sin embargo es precisamente lo que enseñan aquí que dan pausa a los Cristianos fuera del catolicismo que no practican el persignarse. Dice que es “una oración de protección contra todo lo que pueda intentar alejarnos de Él (Dios)” y eso es una instrucción problemática. Por eso es que vemos en la práctica, que muchas veces se utiliza la señal de la cruz como un gesto supersticioso para liberarnos de algún mal o problema. Muchos aparentan estar confundidos y actúan como que si no hacen la señal, no cuentan con la protección o cobertura de Dios. Ahí está el problema. Hacer la señal de la cruz se puede volver como un talismán. De hecho, es lo mismo que vemos muchas veces con otras prendas que el catolicismo utiliza, como el escapulario, el crucifijo o el rosario.
El problema está cuando entendemos que el objeto físico o la señal que hacemos sobre nuestros cuerpos tiene poder sobre el mal o que evita que lo malo se nos acerque. Quien tiene la potestad y el poder de echar fuera el mal y lo malo es Dios, no un objeto o un símbolo que hago. Ahí estaremos adjudicando poderes sobrenaturales a algo que no los tiene. Por eso es que en el Cristianismo no-católico es extraño ver que alguien se persigne. No significa que el Cristiano Evangélico no falle en adjudicar poder a otras cosas que en sí mismas no lo tiene. Como por ejemplo, querer que el Pastor ore por su situación para que suceda algo al respecto. Como si sólo el pastor tiene el poder de orar y que cosas sucedan… Recordemos que es Dios quien tiene el poder y la potestad.
La Bomba teológica de hoy es que los símbolos que hacemos pueden apuntar a una verdad espiritual bíblica pero es el propio Dios quien llena los requisitos espirituales de nuestra vida, no los símbolos en sí mismos.
Como hijos adoptados de Dios, tenemos que cuidarnos de no regresar a procesos de superstición de donde Dios nos rescató ya. Si lo que deseamos es cumplir con el mandato de públicamente representar a Jesús, es mejor tener conversaciones con la gente, vivir vidas que reflejan a Jesús y estar listos para compartir una Palabra que provenga de las Escrituras cuando alguien lo necesite. Así es que la Iglesia primitiva proclamaba su fe. Ese es el ejemplo que tenemos para seguir.
Ante todo esto la pregunta que muchos se harán es: ¿Es pecado hacer la Señal de la Cruz? Pues para ser totalmente claros, no creo que lo sea siempre y cuando no se utilice como un sustituto de Dios. Me explico, si no utilizas la Señal de la Cruz como para ser librado del mal o para que una protección especial de Dios esté sobre tu vida, no debes tener problemas. Si te persignas porque perteneces a Cristo y quieres que todos los que te ven sepan que hay un Dios que quiere rescatarnos de nuestro pecado por medio del sacrificio de su Hijo en la Cruz, entonces no veo algún problema. Ahora si lo haces por esta razón última, asegúrate de usar tus palabras y compartir las buenas noticias de salvación. Después de todo, quien te ve, puede que piense que lo estás haciendo es de manera supersticiosa únicamente. Entonces aunque tus intenciones sean correctas, el mensaje no llegará adecuadamente. Y lo peor de todo es que ya estamos acostumbrados a ver la mala utilización de la Señal de la Cruz en los medios. De hecho, comúnmente se utiliza como parte de un gesto que se supone sea gracioso porque es supersticioso.
Por lo tanto, si tú practicas la Señal de la Cruz, debes cuestionarte por qué lo haces y cómo es recibido por la gente. Si lo haces para la Gloria de Dios y los que te ven entienden que les estás llamando a reconocer a Jesús como su Señor y Salvador, pues lo estás haciendo bien. Pero, si no funciona en estos dos renglones, quizás sea bueno repensarlo.
Fuente:
1 – Dr. Petroc Willey, Catequesis sobre la Señal de la Cruz, https://review.catechetics.com/catequesis-sobre-la-se%C3%B1al-de-la-cruz
2 – Ibid



