En su libro “Nuestra Adoración Importa”, Bob Kauflin menciona que “las divisiones también han protegido a la iglesia.” 1 Esto no le sonó correcto pues es claro que Jesús desea que su iglesia viva en unidad. Después de todo, el propio Jesús oró de esta manera:

Juan 17:21 (PDT)
“Padre, te pido que todos los que crean en mí sean uno, así como tú estás en mí y yo estoy en ti. Te pido que ellos sean uno en nosotros para que el mundo crea que tú me enviaste.”

Entonces si Jesús quiso que hubiese unidad en su cuerpo de creyentes, ¿cómo podría ser beneficioso la división dentro de la Iglesia? Pues creo que es necesario poder distinguir entre tipos de divisiones. Pienso que hay dos tipos de divisiones:

• divisiones irreconciliables
• divisiones en unidad

Me explico: cuando lo que divide es un tema esencial y primario, la división que se sufre es una donde ambas partes quedan separados y al menos una de las partes queda fuera del Cristianismo. Aquí es donde se forman las sectas del Cristianismo. Pensemos en los Testigos de Jehová o Los Mormones. Ambas sectas se han dividido y alejado significativamente de la ortodoxia cristiana, por lo que sus diferencias con el cristianismo bíblico es irreconciliable. Una de estas áreas que les han expulsado del cristianismo es su visión acerca Dios. No afirman la Trinidad como es explicada por los grandes credos cristianos. Por eso, no son cristianos.

En el pasado hemos hecho episodios de Verdad y Fe Podcast sobre los Testigos de Jehová y los Mormones. Les invito a verlos.

Por otro lado están las «divisiones en unidad» las cuales se dan cuando grupos cristianos ven cierta doctrina de una manera peculiar pero que no les permite funcionar bajo un mismo techo, por decirlo de alguna manera. Estos dos grupos de cristianos se separarían y seguirían siendo cristianos que creen en la doctrina esencial cristiana, aunque en temas secundarios no se pueden poner de acuerdo. Aquí es que surgen las diversas denominaciones cristianas. Aunque todos los Cristianos tienen que creer en la Trinidad, por ejemplo, pueden diferir en temas como el bautismo a niños, el rol de la mujer en la iglesia, etc… Estos temas secundarios dividen al cristianismo, pero seguimos en unidad pues seguimos siendo hermanos en Cristo.

Por lo tanto, como existe esta “división en unidad”, contestaré la pregunta de hoy enfocado en el primer tipo de división, ya que considero que en el segundo tipo aún hay unidad.

Pensemos un momento sobre cómo se llegan a estas divisiones. Cada grupo tiene que estar afirmando una postura y piensa que es la bíblicamente correcta. Como hay diferencias, cada grupo tendrá que investigar a profundidad y estudiar lo que dice la Palabra de Dios sobre los temas de diferencias. Esto promueve y obliga a que se llegue a la conclusión más bíblica posible. Al menos, uno de los grupos. Por lo tanto, el grupo que permanece adherido a la enseñanza bíblica habrá madurado en su entendimiento bíblico y habrá crecido espiritualmente. Incluso el grupo que difiera de la Biblia sabrá que hay una gente que piensa diferente a él y que piensan que tienen la razón, por lo que quedarse en la postura opuesta siempre será bajo algún grado de desconfianza. Por supuesto ellos dirían lo mismo de los cristianos. Nosotros siempre sabremos que hay una gente que piensa diferente a nosotros y entiende que tiene la verdad. Mi contestación es la misma para ambos grupos: estudia con honestidad la Biblia, usando una hermenéutica correcta. Siempre tomando en cuenta su contexto histórico, cultural, geográfico y hasta lingüístico para poder llegar a conclusiones correctas. El lector nunca es quien define el mensaje que lee. El autor que lo escribió fue quien lo decidió y nosotros como receptores nos toca estudiarlo adecuadamente.

Por lo tanto, las divisiones producen mayor celo por una exégesis bíblica correcta. Afina las capacidades de interpretación correctas de la Biblia y mueve al menos a uno de los grupos hacia un grado más claro de la verdad que aparece en las Escrituras.

Bob Kauflin lo dice así:
“Muchas de las más preciosas verdades por las cuales vivimos fueron más claramente definidas como una respuesta a la herejía.” 1

La bomba teológica de hoy es que la Biblia tiene la capacidad de capturar nuestras mentes y corazones. La Palabra penetra hasta lo más profundo e íntimo de nuestros corazones para obrar la transformación de Dios (Hebreos 4:12), por lo que descubrir lo que está plasmado y revelado en sus páginas siempre es un gran deleite y deber, para los redimidos por el sacrificio de Jesús. Por eso, el cristiano debe esmerarse en utilizar sus facultades racionales para poder entender lo que Dios nos reveló adecuadamente, persiguiendo siempre la interpretación más excelente. No porque nos guste a nosotros, sino porque es lo que enseña a pesar de nosotros.

Así que, aunque es cierto que no deseamos la división dentro del cuerpo de Cristo, cuando un proceso de división se avecina, los creyentes que aprecian la fidelidad de las Escrituras, buscarán afinar su teología lo más posible para seguir siendo fieles al Señor. Y eso, siempre es una bendición.

Fuentes:
1: Kauflin, Bob, Nuestra Adoración Importa (Nashville, TN, B&H Publishing Group, 2015) p33