Hace apenas dos días muchos celebraron el nacimiento de Jesús. Así que ¡Feliz Navidad! Tradicionalmente se celebra el 25 de diciembre, aunque se entiende que esa no fue la fecha real. Hace un tiempo atrás grabamos un episodio de nuestro podcast para hablar sobre la fecha verdadera del nacimiento de Jesús. Si desean, pueden verlo [AQUÍ].
Pero hoy me interesa que podamos hablar un poco de las decoraciones de navidad.
De la misma manera en que es común escuchar personas que no están de acuerdo en celebrar el advenimiento del mesías prometido el 25 de diciembre porque esa no es la fecha, también muchos dicen que no es correcto utilizar árboles de navidad, coronas de pino y otros ornamentos pues tienen su origen en el paganismo.
Recientemente escuché a mi pastor Nando Steidel, de la Catacumba 9 de Cayey, Puerto Rico hablando sobre cómo llegó a Puerto Rico la tradición de los pinos con luces para celebrar la navidad. El mencionaba que su trasfondo era Cristiano, por lo menos la aplicación de ese elemento decorativo en Puerto Rico por primera vez. Steidel hacía mención de un artículo escrito por Yolimarian Torres donde relata que el Dr. Enrique Stahl adornó un pino por primera vez en Puerto Rico, en la ciudad de Bayamón con la intención de apuntar a Jesús como la luz que irrumpe en medio de las tinieblas. Esto ocurrió para el año 1866. 1 Pero este hecho no quita el malestar para aquellos que entienden que como el origen de estos adornos era de carácter pagano, un cristiano no debería participar de ello. Esto no es una línea de pensamiento correcta. En la lógica esto se identifica como una falacia genética del pensamiento.
Una falacia del pensamiento es cuando se llega a una conclusión de manera fallida y se acepta una postura que no sigue una línea lógica de pensamiento. La Falacia Genética específicamente, se comete cuando no se acepta algo por su “génesis”, o sea se discrimina contra su origen. Es como decir que no uso ropa de camuflaje porque esto fue diseñado originalmente para la milicia para poder engañar a sus enemigos y matarlos. Como no estoy de acuerdo con matar gente, no puedo utilizar ropa de camuflaje. Esa conclusión no sigue una línea de pensamiento lógica, pues aunque el origen del camuflaje sea de carácter bélico, no significa que hoy día no podamos encontrarle valor estético, por ejemplo, y utilizarlo como parte de la moda que adoptamos con nuestra ropa.
Cuando se acerca el tiempo navideño, muchos cristianos adornan sus casas con luces. Ponen guirnaldas y hasta un pino (real o artificial), al que le colocan ornamentos y luces. Las razones para poner los adornos pueden ser variadas. Quizás simplemente les gusta como se ve y sólo es un valor estético. También puede que la razón sea una teológica. Habrán Cristianos que quieren que sus casas se iluminen en medio de la oscuridad de la noche para utilizarlo como alegoría de cómo Cristo vino como luz en medio de las tinieblas. Lo que definitivamente sería extraño es que un Cristiano ponga adornos para cumplir con algún rito pagano. Quién sabe, quizás haya personas que lo hacen con esa intención. Pero al menos los cristianos que adornan, de seguro, no lo hacen con esa intención del corazón y ahí es que está la clave.
Lo que debemos procurar es que todo lo que hagamos, sea con un corazón correcto. Si adornamos por la alegría de saber que Dios se hizo hombre en la persona de Jesús para venir a la Tierra y rescatarnos, es una buena razón para hacerlo. Con el corazón estamos honrando a Dios en agradecimiento con lo que hizo hace más de 2,000 años para rescatar a todo aquel que pone su confianza en él.
Hace dos episodios, cuando hablaba sobre si el cristiano debe guardar el sábado, utilicé Romanos 14:5-8 y me parece que es apropiado hoy nuevamente para ver el principio detrás de lo que Pablo enseña.
Romanos 14:5-8 (NTV) “Del mismo modo, algunos piensan que un día es más sagrado que otro, mientras que otros creen que todos los días son iguales. Cada uno debería estar plenamente convencido de que el día que elija es aceptable. Los que adoran al Señor un día en particular lo hacen para honrarlo a él. Los que comen toda clase de alimentos lo hacen para honrar al Señor, ya que le dan gracias a Dios antes de comer. Y los que se niegan a comer ciertos alimentos también quieren agradar al Señor y le dan gracias a Dios. Pues no vivimos para nosotros mismos ni morimos para nosotros mismos. Si vivimos, es para honrar al Señor, y si morimos, es para honrar al Señor. Entonces, tanto si vivimos como si morimos, pertenecemos al Señor.”
Tenemos que notar en este texto que el énfasis de Pablo no está en lo externo, sino que en la actitud del corazón del Cristiano que quiere honrar a Dios en cierto día o con ciertas comidas y no otras. El principio que vemos es que si lo hacemos con agradecimiento y para honrar a Dios, todo lo que hagamos será bueno y aceptable a Dios. Obviamente para poder honrar a Dios, debemos obedecerle. No hay manera de honrar a Dios cometiendo pecados. Pero colocar adornos navideños para celebrar que Jesús vino a salvarnos o para mostrar la alegría que nos da la temporada, no es una desobediencia a Dios. No es pecado. Desobediencia a Dios sería decir que amamos y honramos a Jesús, pero no nos congregamos como iglesia en las reuniones los domingos o en las casas durante la semana, ignorando la clara instrucción de la Palabra de Dios, por ejemplo (Hebreos 10: 24-25).
La bomba teológica de hoy es que hay dos buenas razones para no adornar con pinos alumbrados o cualquier otra decoración cuyo origen viene del paganismo y que a nuestro prójimo le ofende. Son los siguientes dos puntos:
- Si impide la salvación del prójimo: Pablo mismo nos enseña que debemos renunciar a nuestros derechos, provenientes de nuestra libertad en Cristo, si ayudará a ganar a otros para Cristo.
1 Corintios 9:19-22 (NTV) 19 A pesar de que soy un hombre libre y sin amo, me he hecho esclavo de todos para llevar a muchos a Cristo. 20 Cuando estaba con los judíos, vivía como un judío para llevar a los judíos a Cristo. Cuando estaba con los que siguen la ley judía, yo también vivía bajo esa ley. A pesar de que no estoy sujeto a la ley, me sujetaba a ella para poder llevar a Cristo a los que están bajo la ley. 21 Cuando estoy con los gentiles,[a] quienes no siguen la ley judía,[b] yo también vivo independiente de esa ley para poder llevarlos a Cristo; pero no ignoro la ley de Dios, obedezco la ley de Cristo. 22 Cuando estoy con los que son débiles, me hago débil con ellos, porque deseo llevar a los débiles a Cristo. Sí, con todos trato de encontrar algo que tengamos en común, y hago todo lo posible para salvar a algunos.
Si dejar de adornar la casa ayudará a que otros conozcan a Jesús y se salven, debemos renunciar a nuestro derecho y libertad de decorar. Por supuesto esto no será común, pues regularmente los que presentan algún tipo de objeción de que el adorno es pagano, proviene de un creyente. Pero podría darse el caso. - Si es motivo de tropiezo para el creyente: La manera en que vivimos no debe ser piedra de tropiezo para nadie. No debemos provocar a pecar a otros. Jesús mismo nos lo enseñó.
Mateo 18:5-7 (NTV) 5 »Todo el que recibe de mi parte a un niño pequeño como este, me recibe a mí; 6 pero si hacen que uno de estos pequeños que confía en mí caiga en pecado, sería mejor para ustedes que se aten una gran piedra de molino alrededor del cuello y se ahoguen en las profundidades del mar. 7 »¡Qué aflicción le espera al mundo, porque tienta a la gente a pecar! Las tentaciones son inevitables, ¡pero qué aflicción le espera al que provoca la tentación!
Por lo tanto, si el que yo adorne de navidad tienta a otro a pecar de murmuración, por ejemplo, debo considerar renunciar a mi derecho y libertad de hacerlo también, por amor a la conciencia débil de mi hermano. Aquí también sería de mucha utilidad poder educar al hermano para que su conciencia y su fe maduren y pueda gozar de la misma libertad y los mismos derechos que tenemos en Cristo. Pero mientras tanto, por amor al prójimo, podemos obviar los adornos.
Conclusión:
Poner adornos de navidad no es pecaminoso si la intención del corazón es la correcta. Pero, podría darse el caso donde deberíamos optar por no adornar por amor al prójimo. En ese caso honraríamos a Dios al negarnos a nosotros mismos pues es precisamente lo que hizo Jesús cuando tomó una naturaleza humana y nació en medio nuestro. Cristo se negó a sí mismo para llegar a nuestro nivel y mostrarnos la gloria de Dios misma. Nosotros debemos estar listos también para imitarle en esto.
Fuentes:
1. Torres, Yolimarian, El Dr. Enrique Stahl y el primer árbol de navidad en Puerto Rico (medicinaysaludpublica.com, 2021) https://medicinaysaludpublica.com/noticias/general/el-dr-enrique-stahl-y-el-primer-arbol-de-navidad-en-puerto-rico/11860



