¿Si Dios fue quien endureció el corazón al Faraón, por qué lo culpa?

Episodio #181 de nuestro podcast.

Esta es una excelente pregunta, pero pienso que necesitamos preguntarle al texto algo importante: ¿Cómo fue que Dios endureció el corazón de Faraón? La respuesta a esto la vemos con mayor claridad, después de estudiar Éxodo, capítulos 7 al 11. Allí encontramos, que el orgullo del faraón; su soberbia y arrogancia no le permitía considerar que había alguien mayor a él. En Faraón se cumplió el proverbio que dice:

“El orgullo va delante de la destrucción, y la arrogancia antes de la caída.” Proverbios 16:18 (NTV)

Con cada plaga que Dios enviaba, se engrandecía su soberbia. Por lo tanto, fue su propio pecado el que actuó ante la acción contundente y poderosa de Dios. Pero, ¿quién es el culpable de ese pecado? Faraón. Dios incluso le puso la oportunidad de arrepentirse en cada plaga que envió, cada vez que Moisés se le presentó y le pidió que soltara al pueblo. La oportunidad de arrepentirse estaba, pero al Faraón no le interesó. Dios usó esa dureza para exaltar su nombre de manera impresionante.

Todos los seres humanos estamos rotos. Somos todos pecadores y nuestra transgresión contra Dios merece la pena máxima. Está de parte de Dios si quiere ofrecer una escapatoria para este dilema existencial. Dios lo ha hecho en la persona de Jesús, su Hijo. En Cristo, todos tenemos la oportunidad de arrepentimiento.

Incluso Judas pudo haberse arrepentido por traicionar a Jesús, como lo hizo Pedro y los demás discípulos. Judas conocía el corazón compasivo de Jesús. Sabía lo suficiente como para entender la reacción de Cristo si se arrepentía. Pero escogió alejarse en vez de acercarse por su pecado. Ese fue su error. Su pecado, era su responsabilidad y no hubo arrepentimiento en él.

Todos nosotros necesitamos entender que la consecuencia de nuestros pecados es nuestra. Dios no tiene por qué perdonarnos, aunque ofrece su mano al arrepentido. Por eso, a la salvación de Dios a través de su Hijo Jesús, le llamamos Gracia. Porque no lo merecemos, pero Dios deseó extender la posibilidad de regresar a una relación correcta con él por medio de su Hijo.

El endurecimiento de Faraón, provocó que Dios obrara cada vez más poderosamente y que el nombre suyo fuese conocido por todos como el Dios poderoso que eligió un pueblo para sí mismo y lo salvó porque su voluntad siempre se cumple.

Así, Dios usó el pecado de Faraón para dar a conocer su justicia, su misericordia y santidad. El nombre del Señor fue engrandecido.

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About Rick Lipsett

(@ricklipsett) director y portavoz de verdadyfe.com. Ha escrito numerosos artículos relacionados a la apologética Cristiana. Sirve como pastor en la Iglesia Cristiana Catacumba 9 de Cayey, Puerto Rico. Actualmente cursa una maestría en Teología de Southern Baptist Theological Seminary (SBTS).
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