¿Cómo comparto mi fe siendo introvertida?

¿Alguna vez te haz sentido mentalmente drenado en ambientes sociales donde hay personas desconocidas? ¿Quisieras hablar de las buenas nuevas a otros, pero te es extremadamente difícil entablar conversaciones? ¿Te cuesta escoger entre participar de un evento social y quedarte en casa leyendo un libro o viendo tu serie favorita?  ¿Alguien se ha acercado a ti preocupado porque te encuentra muy retraído y callado?

Si te sientes identificado, necesitas saber que es más común de lo que puedas pensar.  Según estudios realizados, una de cada dos o tres personas que conoces son introvertidas.  Yo soy una de ellas.

Pero, ¿qué es ser introvertido?

Una persona introvertida es una persona que prefiere ambientes poco estimulantes.  Por lo general, necesitamos espacio solos para recargar nuestras energías luego de socializar con otros. La introversión, al igual que la extroversión, son tipos de temperamentos que son determinados por nuestros genes, lo cual significa que probablemente naciste así.

¿Por qué soy así?

Además de varias explicaciones científicas que existen para esta pregunta, la mejor respuesta es que Dios nos creo con un propósito y planificó nuestra forma de ser desde antes de formarnos en el vientre de nuestras madres (Jeremias 1:5). Así que, en su mensaje de códigos que puso en tí, mejor conocido como el ADN, le plació programarte de tal manera.

Por otro lado, también somos moldeados por las experiencias que vivimos. Por eso, me gusta definir la introversión como un espectro. A lo mejor fuiste criado en un ambiente en el que el respeto hacia la persona era de suma importancia y, por tanto desarrollaste confianza en ti mismo.  De igual forma, vivimos en un mundo que no siempre es sensible a lo diferente. Lamentablemente vivimos en una sociedad que favorece la extroversión, y debido a esto muchos crecemos criticados y burlados, lo que nos lleva a ser personas inseguras, nos causa ansiedad social y hasta nos lleva constantemente a pretender ser quienes no somos.

Una introvertida decide compartir el evangelio

En lo personal, me tomó mucho tiempo entender que soy una persona introvertida y la razón por la que en ocaciones actúo de ciertas maneras.  Aún más para mí fue procesar que soy llamada a compartir las buenas nuevas del evangelio bajo lo que yo consideraba como «mis circunstancias difíciles».

Mi deseo de ser útil para el trabajo de la Gran Comisión fue creciendo más, y con él las dudas.  Las dudas también fueron obstáculos que se le presentaron a personajes bíblicos introvertidos y el mejor ejemplo de ellos, en mi opinión, lo es Jeremías. Jeremías expresó a Dios su preocupación de ser muy jóven y de no saber hablar en público (Jeremías 1:6).  Dios le contestó que primeramente no dijera que es jóven, segundo que Él es quien dice a dónde se dirije, qué hará, y que no debe preocuparle lo que la gente piense (Jeremías 1:7-8).  Nuestra seguridad y motivación viene de Dios quien es el que pone en nuestras bocas qué decir y es quien nos elige para llevar a cabo la tarea (Jeremías 1:9-10).

Así que como el Dios de Jeremías es el mismo al que yo le sirvo, confío en Su palabra y me decido salir de mi zona de confort. Después de todo, La Gran Comisión es para introvertidos también.

Dios de su gran variedad de dones espirituales, nos ha dado un don a cada uno de nosotros con la tarea de que los usemos bien para servir a otros (1ra Pedro 4:10).  “¿Has recibido el don de hablar en público? Entonces, habla como si Dios mismo estuviera hablando por medio de ti. ¿Has recibido el don de ayudar a otros? Ayúdalos con toda la fuerza y la energía que Dios te da. Así, cada cosa que hagan traerá gloria a Dios por medio de Jesucristo…” (1 Pedro‬ ‭4‬:‭11‬ ‭NTV‬‬). Mejor que Pedro no puedo explicarlo.

Muchas veces pensamos que las únicas maneras que podemos ser efectivos para llevar el mensaje de salvación es llegando a las masas y a las naciones pero no es así. Mi fuerte no es hablar en público, no me gusta llamar la atención, ni exponerme físicamente a multitudes. Hay muchas otras cosas que como introvertidos podemos hacer. Por tanto, decidí hacer un inventario de los talentos que Dios me ha dado y de como puedo utilizarlos para su gloria. 

Mi busqueda y autoanálisis me llevó a descubrir que me inclino mucho por el arte, la música, y la escritura. Casualmente las personas introvertidas tienden a ser muy talentosos en estas áreas. Aunque me encanta la música y diferentes tipos de arte, noté que de todos mis talentos el más que me ayuda a comunicarme con otros es la escritura.  Como parte de ser introvertida, para mí es difícil poner mis pensamientos en orden y conversar con otros, pero al escribir es diferente.  Así que comencé a crear contenido en las redes sociales para escribir de Jesús y de vez utilizo arte como el dibujo para darle caracter al mensaje.  Mi meta no es tener la mayor cantidad de seguidores, aunque eso sería algo bueno, si no que mi mayor responsabilidad es discipular a aquellos que ya me siguen, mis amigos y familiares.  

Compartir las buenas nuevas con quienes son parte de nuestro círculo social es una excelente forma en la que un introvertido puede evangelizar. No importa si Dios nos da uno, dos o cinco talentos, lo importante es que espera lo mismo del que le dió uno y del que le dio cinco. Dios espera que los desarrollemos y los multipliquemos (Mateo 25:14-30).

En resumen, las personas introvertidas podemos compartir el evangelio de muchísimas formas compatibles con nuestra personalidad.  Dios nos hizo así porque tiene un propósito con nuestro crecimiento espiritual y en la vida de otros. Como introvertidos debemos cuidar que nuestra personalidad convierta nuestra inclinación hacia la soledad en una debilidad que nos limite espiritualmente. Debemos recordar que Dios puede utilizar a cualquiera que esté dispuesto a someterse a Él, pues es en nuestras debilidades es que Él se hace fuerte (2da Corintios 12:9).

Jesús dijo: «Ustedes son la luz del mundo, como una ciudad en lo alto de una colina que no puede esconderse. Nadie enciende una lámpara y luego la pone debajo de una canasta. En cambio, la coloca en un lugar alto donde ilumina a todos los que están en la casa.  De la misma manera, dejen que sus buenas acciones brillen a la vista de todos, para que todos alaben a su Padre Celestial.» (Mateo 5:14-16)

Podría sonar un poco contradictorio para una persona introvertida llamar la atención de tal manera, pero nuestro llamado sigue siendo que seamos la luz del mundo en lo que sea que hagamos y a donde quiera que vayamos.

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About Cristina Lipsett

Cristina Lipsett es hija y sierva de Dios por su gracia. Esposa y madre a tiempo completo. También se encuentra estudiando un certificado en Apologética Cristiana de la universidad Biola University, y es creadora de contenido cristiano en Instagram bajo Gracia en Color.
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